Asar un delicioso bistec puede llegar a ser todo un arte, pero también puede ser sencillo. Así que hemos decidido hacer este artículo para que puedas asar el bistec perfecto, siguiendo unas sencillas recomendaciones y obtener un término medio, jugoso y delicioso.
Asar el bistec perfecto desde que está crudo
Desde el momento que lo sacas del refrigerador hasta que los dejas reposando antes de comer, aquí te dejamos algunas recomendaciones para que puedas obtener el bistec en un punto medio delicioso.
Estos son unos consejos que puedes adaptar a la receta de cocina que tengas, lo ideal es que sea cómodo para ti, pero que puedas obtener resultados profesionales.
Déjalos a temperatura ambiente
Uno de los primeros errores que se cometen en la cocina a la hora de cocinar un bistec es llevarlo desde el refrigerador hasta el fuego caliente directamente. Esta práctica evita que el bistec sea cocido uniformemente; dejando el exterior más cocido que el interior.
Lo mejor es sacar el bistec una media hora antes de cocinar, retirar cualquier envoltorio y dejarlo reposar antes de ponerlo en el fuego.

Con respecto a la sazón, es bien sabido que una buena carne no necesita una gran cantidad de condimentos, con un poco de sal gruesa bastará. En este paso puedes añadir los condimentos de tu preferencia, sin saturar la carne.
Limpia el asador y ponle aceite
Es importante siempre limpiar la parrilla antes de cocinar; con la finalidad de que la carne sea más fácil de voltear. Si ya has limpiado la parrilla con anterioridad, puedes encender el fuego y dejar que caliente, el calor eliminará todas las bacterias. También puedes rociar agua y encender la parrilla, el vapor ayudará a limpiarla ligeramente.
Limpiar la parrilla antes de cocinar es lo más recomendable para evitar que otros sabores impregnen la carne. Ten en cuenta que no debe haber residuos de barbacoas anteriores, polvo, cenizas, etc.
Para engrasar, puedes utilizar aceite de canola o vegetal (o cualquier aceite de sabor neutro). Antes de encender la parrilla, pasa una toalla de papel impregnada de aceite por la rejilla fría. También puedes usar aceite en aerosol.
Calentando la parrilla
Para lograr asar el bistec perfecto, es necesario manejar varios niveles de temperatura durante la cocción del bistec.
Si quieres marcar la carne y lograr las líneas de la parrilla, es necesario comenzar con fuego alto, lo que permitirá dorar los bistecs y sellar su sabor. Enciende la parrilla y pon tu mano a una pulgada de la rejilla, si el calor te hace quitar la mano en menor de un segundo, la parrilla está lista para poner los bistecs previamente sazonados.
Ahora, una vez que estén dorados hay que bajar la temperatura de los bistecs para que estos puedan cocinarse por dentro, para esto, tienes dos opciones:
- Si tienes suficientes quemadores, prepara una superficie aparte donde la temperatura tenga una temperatura menor, digamos en un punto medio. Cuando los bistecs estén sellados y marcados, pásalos a este quemador.
- Si no cuentas con otra superficie, simplemente apaga el quemador que estás utilizando para sellar los bistecs cuando estos se hayan marcado.
En caso de que estés utilizando una parrilla de carbón, procura tener un lado con una llama alta y otro con una llama más baja.
Recuerda: debes estar atento a la cocción de los bistecs al momento de marcarlos, puesto que, si son muy delgados, no tardarán mucho en dorarse y podrían quemarse de un momento a otro.
Pincha la carne

El objetivo de pinchar la carne mientras se está cocinando es saber si aún sigue cruda o está en su punto. Hay que pinchar con un tenedor en diferentes momentos de la cocción para saber esto. A hacerlo, recuerda estos consejos:
- Si pinchas la carne y está bastante blanda, significa que aún sigue cruda.
- La carne término medio es más bien suave.
- Si la carne se resiste a que la pinches, es porque ya está a ¾ de estar bien cocida.
- Una carne bien cocida se siente firme y es un poco difícil de traspasar completamente.
Para asar el bistec perfecto, no lo toques mucho
Si bien hay que pinchar los bistecs para saber si están en su punto, esto no significa que haya que voltearlos, moverlos o incluso pincharlos mucho.
Los bistecs solo se deben voltear una vez y la única vez que hay que moverlos es cuando lo pasas del fuego alto al fuego medio. Si el bistec se queda pegado al momento de voltearlo, quiere decir que no está listo y hay que esperar.
Tocar mucho la carne puede producir que no se cocine uniformemente y no podremos obtener el bistec perfecto. No hay que presionarlos con el tenedor o la espátula, ya que botarán el jugo de la carne. Lo mejor es solo dejarlos cocinar.
Usa termómetro y cronómetro
Si no sabes si es conveniente utilizar el termómetro o no cuando estés cocinando, ten en cuenta lo siguiente:
Las carnes delgadas no requieren un termómetro, si el bistec tiene una y media pulgada de grosor o más, se considera grueso y necesitará un termómetro para una lectura precisa. Si tienes que determinar el punto de un bistec grueso, recuerda:
- Retira el bistec si ya llego a 120 – 125 °F y quieres un bistec poco cocido.
- Para bistecs medio cocidos, retíralo cuando lleguen a 125 – 130 °F.
- Si quieres que tenga un término bien hecho, retíralo cuando su temperatura llegue a 135 °F.
Es casi imposible obtener una lectura precisa de la temperatura en filetes de menos de 1 1/2 pulgadas, por lo que es mejor usar un temporizador.
- Cocina el bistec por 3 minutos de cada lado para un término medio.
- 4 minutos de cada lado para un término medio.
- 5 minutos de cada lado para un bistec bien hecho.
De todas formas, también puedes hacer un corte en medio con la punta del cuchillo; aunque haz esto como último recurso, ya que hará que la carne libere su jugosidad.
Reposo después de asar el bistec perfecto
Por último, el paso más importante: retirar el bistec. Los filetes deben reposar de 5 a 10 minutos antes de servirlos o cortarlos. Esto le da a los jugos la oportunidad de distribuirse por todo el bistec, lo que ayuda a que termine de cocinarse de manera uniforme y mantiene la carne más húmeda y sabrosa.
Coloque los bistecs cocidos en una tabla para cortar o en una fuente y cubra con papel de aluminio, sin presionar. Una vez reposados, corte los filetes o sírvalos enteros y habrá conseguido asar el bistec perfecto.