La limpieza del asador es un paso importante del mantenimiento, ya que ayuda a que los elementos como rejilla, depósito de carbón y el cuerpo exterior se conserven en buen estado. Muchas veces no se tiene el conocimiento adecuado para realizar esta tarea, así que aquí te decimos cómo limpiar tu parrilla o asador.
Las recomendaciones que daremos a continuación son para una limpieza profunda de la parrilla. Lo ideal es limpiar un poco el asador después de cada barbacoa y, cada 3 o 4 meses, hacer esta limpieza profunda. Esto te garantizará una herramienta de cocina que te durará años.
Implementos a utilizar
Antes de empezar, es necesario saber qué elementos debes utilizar según el tipo de parrilla que tengas:
- Si la rejilla tiene un revestimiento de cerámica o porcelana, lo mejor es utilizar un cepillo de cerdas para limpiar.
- Si la rejilla no tiene un revestimiento y solo es de hierro fundido o acero inoxidable, te recomendamos usar un cepillo de acero.
Una vez con esto, ya solo haría falta lo siguiente (que aplica para ambos casos):
- Vinagre.
- Bicarbonato de sodio.
- Trapo.
- Agua.
- Papel de cocina, periódico o ambos.
Proceso para limpiar tu parrilla o asador
La limpieza de la parrilla consta de 2 partes: limpiar la parte interna (rejilla, tapa, depósito de carbón, etc.) y la externa, que consta del cuerpo de la parrilla.
Lo ideal sería hacer la limpieza con la parrilla un poco caliente, una o dos horas después de haber cocinado (o la puedes encender solo para que caliente para la limpieza), pero hay quienes prefieren hacerla con la parrilla fría por seguridad.
Limpiar tu parrilla por dentro
Para empezar a limpiar la rejilla, puedes hacerlo de dos formas:
- Remojar la rejilla en agua caliente con un poco de vinagre, lavaplatos o líquido limpia hornos para que la grasa se despegue. Puedes dejarlo unas horas y luego proceder con el cepillo
- Si has decidido encender la parrilla antes, solo toma el cepillo que corresponda, mójalo en agua con vinagre y pásalo sobre las rejillas. Con la parrilla caliente, la grasa cederá más rápido.
Una vez se haya retirado la grasa y el óxido, se sumerge la parrilla en agua y se seca con papel de cocina o periódico. Por último, se coloca sobre las brasas encendidas, para eliminar bacterias.
Un buen truco para después de terminar de hacer una limpieza profunda es pasar un trapo con un poco de aceite sobre la parrilla. Esto ayudará a proteger el metal y evitar que la grasa de futuros asados se pegue.
Una vez que la rejilla esté limpia, déjala a un lado y limpia el depósito de combustible. Si la parrilla es de gas, procede a limpiar los quemadores, utilizando agua con vinagre para quitar la suciedad.
Al momento de limpiar cualquier otro elemento que no sea la rejilla, no es recomendable utilizar el cepillo, ya que puede rayar la superficie. Mejor usa una esponja de cocina.
Limpiar tu parrilla por fuera
El exterior de la parrilla se limpia con un trapo humedecido con agua tibia y bicarbonato de sodio. El bicarbonato es un excelente aliado para la limpieza y no daña de ninguna forma el material externo.
También puedes hacer una pasta de bicarbonato con agua, esparcirla por el exterior del asador y luego pasar un trapo limpio para quitarla. No te olvides de las patas y la parte de atrás, recuerda que debes cubrir toda la estructura. También puedes aprovechar y engrasar las ruedas, si el modelo cuenta con unas.
Trucos de limpieza
Ahora te dejamos con unos trucos para después de cocinar que harán que la limpieza profunda sea más sencilla y que tu asador siempre se vea limpio y mantenga su calidad.
Usa medio limón después de cocinar
Inmediatamente después de que haya terminado la barbacoa, cuando la parrilla aún esté caliente, toma medio limón y pásalo por la rejilla del asador. El limón tiene propiedades antibacterianas y el ácido ayuda a eliminar la grasa y restos de comida.
De esta forma, tu parrilla siempre estará limpia y hacer la limpieza profunda será mucho más sencillo.
Utiliza arena
Si cuentas con arena alrededor, espolvorea un poco sobre la rejilla cuando termines de cocinar el asado. La arena se pegará a la grasa y la absorberá, lo que hará más fácil la limpieza. Solo no olvides retirar la arena con un cepillo cuando la rejilla se haya enfriado.
Cuidado: no utilices este truco si tienes un asador de gas, ya que la arena podría tapar un quemador.
Otros trucos
- Antes de usar la parrilla, calienta al máximo el área de cocción principal. Así podrás eliminar cualquier rastro de bacterias.
- Antes de cocinar, puedes pasar un trapo con aceite o aceite en aerosol sobre la rejilla, para que la comida no se pegue.
- No olvides tapar con una lona tu parrilla cuando termines de cocinar, para protegerla del polvo y elementos externos que puedan dañar su estructura.
Limpiar tu parrilla con químicos
Los químicos no son los mejores amigos de los expertos parrilleros, ya que estos pueden comprometer los materiales de la parrilla. Incluso hay quienes prefieren no utilizar líquido lavaplatos porque puede cambiarle el sabor a la comida.
En este artículo recomendamos utilizar vinagre y bicarbonato de sodio, que son ingredientes naturales y que, por su composición, ayudan a eliminar la grasa. No obstante, si eres amante de los químicos o no quieres batallar demasiado al limpiar, puedes usar líquido limpiador de hornos.
Estos limpiadores están hechos para no dañar la superficie de los hornos, que suelen ser parecidas a los materiales de las parrillas; solo se dedican a desprender la grasa. También puedes preguntar en tu tienda de confianza si el líquido limpiador que estás comprando es apto para parrillas.
Si no quieres arriesgarte, los ingredientes naturales como vinagre, bicarbonato, talco y limón no le harán nada malo a tu asador. Eso sí, te recomendamos evitar a toda costa líquidos desinfectantes, cloros y limpiadores abrasivos o corrosivos, ya que pueden comprometer la integridad de los materiales del asador.
